¿Qué tendrá la penumbra que, escondida,
se adivina tras un respiradero?
¿Qué llamada secreta, allí prendida,
hizo de aquel chiquillo un costalero?
¿Qué peso que no pesa y que disfruta,
a pesar del dolor que le provoca,
hará que la oración por él rezada
salga del corazón, no de su boca?
"Andamiaje de amor que me sostiene,
escalera bendita que a Él me lleva,
costero en mi cerviz, dulce madera,
liviana cruz donde crucificarme,
por siempre unido a ti, TRABAJADERA".
D.Eduardo Ponce Roldán